Creencias erróneas de las rabietas
Son signo de mala educación
Las rabietas ocurren en todos los países y lugares del mundo, son un fenómeno universal. Por tanto, es algo tan natural como reír, llorar o bostezar. Ni los niños que tienen rabietas son maleducados ni sus padres están educándoles mal.
Lo hacen para desafiarnos
La realidad detrás de una rabieta es que los niños están expresando sus emociones. Los niños pequeños no tienen la capacidad de elaborar planes complicados o actuar con mala intención. Si necesitan ayuda para ir al baño, ponerse el abrigo o atarse los cordones, ¿qué te hace pensar que quieran demostrar que mandan más que tú a través del llanto?
Lo hacen para conseguir lo que quieren
Si somos observadores, los niños se enrabietan cuando le dices que no a algo que en ese momento desea, y se da cuenta de que no vas a ceder. Esta respuesta es para adaptarse a la situación. En otras palabras, el niño lo que quiere expresar es: “Lo entiendo, necesito tiempo para hacerme una idea”.
Es malo que el niño/niña llore
Como padres, es importante saber que la tristeza, rabia o enfado son emociones absolutamente naturales y positivas para nuestro día a día y debemos permitir a niños y niñas expresarlas y experimentarlas desde bien pequeños. Cuando un niño o niña llora, está aprendiendo tres cosas muy importantes en su desarrollo emocional:
- Comunicar sus sentimientos
- Expresar sus emociones
- Calmar el dolor y las emociones
Estrategias que NO son eficaces
Ahora que ya sabemos a qué se deben las rabietas o por qué ocurren, vamos a hablar de una serie de ideas sobre qué NO hay que hacer.
Enfadarse y gritar
Es normal que algunos padres se desesperen cuando su hijo o hija tiene una rabieta. Esto, sumado a la frustración y el cansancio o las prisas, puede hacer que nuestra primera reacción sea pegar un grito. La realidad es que esto sólo empeora las cosas. Además, te explicamos dos motivos por lo que es una mala idea:
- A nivel cerebral, activamos tres áreas: la amígdala cerebral (miedo), la corteza orbital (frustración) y la ínsula (sentirse incomprendido).
- A nivel de psicología infantil, estamos enseñando a nuestro hijo o hija que, si las cosas van mal, tenemos que perder los nervios (lo contrario a nuestro objetivo), por lo que es algo muy poco pedagógico.
Abandonar
Si dejamos a nuestro hijo o hija solo cuando está enfadado, puede provocar que salga corriendo detrás de sus padres porque está aterrorizado de quedarse solo, haciendo que la rabieta se reactive en cuanto te alcance. Además, es una forma de abandonar sus emociones a su suerte (recordemos que en esta edad no tienen estrategias de regulación incorporadas).
Contenerlo físicamente
Cuando le contenemos físicamente, sólo conseguiremos que la rabia incremente. Únicamente es recomendable contenerse si se está haciendo daño de alguna forma.
Amenazar
Seguro que habéis escuchado alguna vez que un animal salvaje es peligroso cuando se encuentra herido o amenazado. Cuando nuestro hijo está teniendo una rabieta, ya se encuentra herido (su ilusión). ¿Realmente es buena idea amenazarle?
Avergonzar
“Deja de llorar… te están mirando todos”. Los niños y niñas de dos o tres años no son capaces de contener sus emociones y mucho menos de manejarlas, por lo que, la vergüenza en esos momentos les dará exactamente igual.
Bibliografía: Bilbao, A. (2021). Rabietas paso a paso. Guía práctica para calmar, acompañar y prevenir rabietas.
Lucía Martín González
Psicóloga Sanitaria en NB Psicología